El tercer sospechoso de los asesinatos del periodista británico Dom Phillips y del indigenista brasileño Bruno Araújo Pereira, cuyos cuerpos fueron hallados el miércoles tras once días de búsquedas en un lugar remoto de la Amazonía, fue arrestado.
Se trata de Jeferson da Silva Lima, conocido como «Pelado da Dinha» y que es sospechoso de haber sido cómplice de los hermanos Amarildo y Oseney da Costa Oliveira, el primero de ellos reo confeso, en el crimen que conmocionó a Brasil y ha generado protestas en todo el mundo.
Da Silva Lima, cuyo arresto fue ordenado el viernes por un juez del estado de Amazonas y se le declaró prófugo luego de que la Policía lo buscara infructuosamente en el municipio de Benjamín Contant, se presentó voluntariamente a primera hora de este sábado en la comisaría de la vecina Atalaia do Norte.
El sospechoso, que inmediatamente quedó preso y sometido a interrogatorio, alegó que desconocía la orden de arresto y que decidió acudir a la comisaría luego de que sus familiares le dijeron que la Policía lo estaba buscando, pero se declaró inocente.
«Según todas las pruebas y todos los testimonios que hemos escuchado hasta el momento, él (Da Silva Lima) estaba en la escena del crimen y participó activamente en el doble homicidio», afirmó el comisario Alex Perez Timoteo, de la Policía Civil de Atalaia do Norte.
La Policía Civil de Atalaia do Norte y la Policía Federal, que colaboran en el caso, investigan hasta cinco sospechosos por la desaparición del colaborador del diario inglés The Guardian y el especialista en asuntos indígenas, el asesinato de ambos y la ocultación de sus cadáveres.
El viernes, la Policía Federal confirmó que algunos de los restos mortales hallados dos días antes corresponden al periodista británico.
La identificación de los restos del colaborador del diario inglés The Guardian fue posible gracias a «un examen de odontología legal combinado con antropología forense» realizado por peritos de la Policía Federal, que aún trabajan para intentar establecer si otros de los restos encontrados corresponden al indigenista.
La dificultad en la identificación obedece a que, como lo confesó uno de los autores del crimen, las dos víctimas fueron asesinadas a tiros y descuartizadas antes de que sus restos fueran incinerados y ocultados en un lugar de difícil acceso en medio de la selva.
Phillips y Araújo estaban desaparecidos desde el 5 de junio y habían sido vistos por última vez cuando navegaban por un río de la región del Valle do Jaravi, en una recóndita zona de la Amazonía brasileña fronteriza con Colombia y Perú.
Los dos hermanos arrestados por el crimen son pescadores y ya habían sido reprendidos por Araújo por pescar en áreas de jurisdicción de reservas indígenas, lo que es prohibido.
El preso que confesó el crimen condujo a las autoridades hasta el lugar en que enterró los cuerpos de sus víctimas, ubicado a unos 3 kilómetros selva adentro del río en que los interceptó y los mató.
En un comunicado divulgado el viernes, la Policía Federal afirmó que las investigaciones «apuntan a que los ejecutores actuaron solos», con lo que se descartó la supuesta participación de organizaciones criminales en el crimen o que los homicidas actuaran a mando de un tercero.
La hipótesis fue refutada por la Unión de los Pueblos Indígenas del Valle do Javari (Univaja) que, en un comunicado, alegó que «el grado de crueldad usado en la práctica del crimen evidencia que Pereira y Phillips cruzaron el camino de una poderosa organización criminal que intentó a todo costo ocultar sus rastros».
Pereira había recibido amenazas en varias oportunidades por sus denuncias contra organizaciones que se dedican al narcotráfico, la tala, la pesca ilegal y la caza en las reservas indígenas del Valle do Javari.
La muerte de Phillips, de 57 años, y de Araújo, de 41, ha generado una conmoción mundial y expuesto las amenazas que cercan la selva y los indígenas de la Amazonía.
Phillips era un veterano periodista afincado desde hacía 15 años en Brasil, en donde colaboró con diversos medios internacionales, como el Financial Times, The New York Times y The Washington Post, entre otros, y trabaja en una investigación para un libro sobre las amenazas que sufren las comunidades indígenas en la Amazonía.