Hace 10 días aproximadamente, el 16 de mayo, Salvador Ramos cumplía 18 años y no quiso una fiesta con sus amigos, ni una cena con su familia, él quería de regalo dos rifles AR-15, que tienen como características que son deportivos, semiautomáticos y que además solo pueden disparar un tiro con cada presión del gatillo, como indican desde Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
En Estados Unidos la venta de armas es libre y legal, así que el joven, de nombre y apellidos hispanos, decidió comprar su regalo de cumpleaños. Once días después abrió fuego en un salón de clases en el colegio Robb Elementary de Uvalde y atacó a varios estudiantes —la mayoría no eran mayores de 12 años— y profesores que se encontraban allí, luego fue abatido por la Policía.
Por el momento se desconocen las motivaciones del joven y si entró en el centro educativo de manera fortuita ya que minutos antes había sufrido un accidente de tránsito en un punto muy cercano del colegio, o si lo hizo intencionadamente.
«Un joven solitario»
El diario The Washington Post, que ha hablado con familiares y amigos del agresor, describió a Salvador Ramos como un joven solitario que sufrió acoso escolar por sus problemas para hablar en la infancia y fue criado en un hogar desestructurado.
Nadie seguía de cerca lo que hacía Ramos en su día a día. Incluso el abuelo del joven, Rolando Reyes, de 72 años, dijo a ABC News que no tenía ni idea de que su nieto hubiera comprado dos rifles AR-15 o que los tuviera en su casa.
Sin embargo, familiares y amigos del atacante coinciden en que en los últimos años, había tenido reacciones violentas contra personas más cercanas y también con desconocidos. Muestra de ello es que momentos antes de dirigirse a cometer el crimen le disparó a su abuela.
El joven vivía con sus dos abuelos después de haber discutido con su madre y ocupaba una de las habitaciones de la casa donde dormía en un colchón en el suelo, según ABC News.
Su abuelo señaló que el martes en horas de la mañana, antes del tiroteo, no vio nada inusual que augurara lo que iba a pasar. Según él, el sospechoso tuvo una pequeña discusión con la abuela sobre la factura de teléfono.
«Entró con chaleco antibalas»
El gobernador del estado, Greg Abbott, señaló que el atacante portaba una pistola y también llevaba puesto un chaleco antibalas. El joven conducía una camioneta que chocó contra una zanja a pocos metros del centro educativo.
Fue en ese momento cuando las fuerzas de seguridad recibieron las primeras llamadas de alerta, indicando que un individuo armado con un rifle se dirigía hacia el colegio.
Cuando la policía llegó al edificio, el agresor abrió fuego contra los agentes y dos resultaron heridos, relató Olivarez, quien agregó que acto seguido Ramos se adentró en la escuela, se metió en una clase y allí se atrincheró disparando contra los alumnos y dos profesoras.
Al final, un equipo especializado de la policía llegó al centro escolar, donde logró entrar en el aula y abatió a Ramos.
El martes, el jefe policial del Distrito Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, afirmó que Ramos actuó solo y no tuvo la ayuda de nadie.
Medios de comunicación locales informaron de que Ramos supuestamente había subido a una cuenta de Instagram, que ha sido suspendida, fotografías de armas, las mismas que acabaron con los sueños de los niños.