Canadá prohibirá a la mayoría de los extranjeros comprar casas durante dos años y proporcionará miles de millones de dólares para estimular la actividad de construcción en un intento por enfriar un mercado inmobiliario en alza.
Las medidas están incluidas en el presupuesto de la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland. Esta decisión indica que el primer ministro, Justin Trudeau, se está volviendo más asertivo acerca de domesticar uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo desarrollado, y que el gobierno está cada vez más preocupado por la reacción política a la inflación y el aumento del costo de la vivienda.
Los precios de las viviendas en Canadá se han disparado más del 50% en los últimos dos años. El mercado experimentó un aumento mensual récord en febrero, ya que los compradores se anticiparon a los aumentos de tasas del Banco de Canadá, lo que llevó el precio de referencia de una vivienda a US 693.000.
La prohibición de compradores extranjeros no se aplicará a estudiantes, trabajadores extranjeros o ciudadanos extranjeros que sean residentes permanentes de Canadá, indicó la persona.
Se asignarán varios miles de millones de dólares del presupuesto de Freeland para construir viviendas asequibles y ayudar a los gobiernos locales a actualizar sus sistemas para permitir la construcción más rápida de nuevas propiedades.
Sin embargo, el gobierno planea otras medidas que potencialmente podrían impulsar la demanda, aparentemente para ayudar a los nuevos compradores de viviendas.
Freeland introducirá una legislación que permita a los canadienses menores de 40 años ahorrar hasta CAD 40.000 para el pago inicial de una casa dentro de un nuevo vehículo exento de impuestos, dijo la persona.