Las tiendas de comestibles están luchando con la creciente escasez de mano de obra y productos que, según advierten los expertos, podría amenazar la seguridad alimentaria del país.
Gary Sands, vicepresidente senior de políticas públicas de la Federación Canadiense de Tiendas de Comestibles Independientes, argumenta que el ausentismo de los empleados debido a los protocolos de COVID-19 ha alcanzado alrededor del 30% en todo Canadá, y este sigue aumentando.
Sin acceso a pruebas rápidas en muchas provincias, sostiene que los trabajadores se ven obligados repetidamente a aislarse durante una semana o más después de una exposición al COVID-19.
Sands agregó que si la situación empeora, algunas tiendas de comestibles no podrán abrir, lo que amenaza la seguridad alimentaria en áreas rurales y remotas del país que dependen de un único tendero independiente.
Mientras tanto, las tiendas también están experimentando una escasez de productos derivada de problemas en la cadena de suministro, incluida la escasez de camioneros, retrasos en el embalaje y el procesamiento y el clima invernal.
La portavoz del Retail Council of Canada, Michelle Wasylyshen, afirma que los supermercados confían en la entrega «justo a tiempo», lo que significa que incluso los problemas transitorios, como las inclemencias del tiempo, pueden causar retrasos y escasez.
Pero ella manfiesta que los estantes vacíos en algunos supermercados solo deberían ser temporales y los minoristas están explorando todas las vías para llevar los productos a las tiendas lo más rápido posible.
Mientras tanto, el consejo minorista también insta a los compradores a evitar que se repitan las compras de pánico que se observaron durante los primeros días de la pandemia.
«Si todo el mundo empieza a acumular, tendremos escasez», dijo Wasylyshen.