La Unión Europea (UE) y Estados Unidos iniciarán hoy oficialmente las negociaciones de un tratado de libre comercio y de inversiones en los márgenes de la reunión del G8 en Enniskillen (Reino Unido), una vez que ambas partes han cerrado sus respectivos mandatos de negociación.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, así lo acordarán en una reunión que celebrarán esta tarde con ocasión de la cumbre del G8 (los países más ricos y Rusia), indicó el portavoz Olivier Bailly en la conferencia de prensa diaria del Ejecutivo comunitario.
«Ahora podrá abrirse la negociación, la reunión de esta tarde entre el presidente Obama y los presidentes Barroso y Van Rompuy va a abrir oficialmente esa negociación», confirmó.
Recordó que cada parte llega a la cita con el mandato que ha recibido de sus autoridades, el Senado estadounidense de un lado y los Estados miembros del otro.
«Vamos a poder discutir los puntos defensivos que tiene cada uno y los puntos ofensivos», señaló Bailly.
Preguntado por la posibilidad de que Estados Unidos quiera dejar fuera de la negociación sectores como los servicios financieros, el portavoz comunitario afirmó que «está claro» que para la Unión Europea ese ámbito «forma parte de los intereses que la UE desea discutir con las autoridades estadounidenses».
Sobre la entrevista de Barroso el domingo en el diario The New York Times en la que calificó a Francia de «reaccionaria» por su posición de protección de la industria cultural en la negociación con EEUU, el portavoz negó que el jefe de la CE utilizara tal término para referirse a las autoridades francesas.
«La cita se refiere a los que en paralelo a estas negociaciones han lanzado ataques personales hacia el presidente, a veces violentos e injustificados contra la CE», comentó.
Los Veintisiete llegaron el pasado viernes a un acuerdo después de trece horas de negociaciones para dar a la CE el mandato de negociación con Washington, pero decidieron, ante la insistencia de Francia, dejar fuera los servicios audiovisuales.
«Barroso siempre ha confirmado su apego a la diversidad cultural, ha subrayado sistemáticamente que para la CE se trataba de una línea roja en la negociación», dijo Bailly, quien recordó además que la diversidad cultural está «plenamente protegida en los tratados, y la Comisión, como guardiana de los tratados, debe defenderla».
En su opinión, «no hay ninguna divergencia en el fondo entre la CE y el Gobierno francés sobre esta cuestión».
También lamentó «ciertas publicaciones de personalidades políticas y culturales en los últimos días, que se centraban más en las personas que en los argumentos de fondo».
Recordó que el sector audiovisual ha quedado ahora excluido de la negociación, pero que la CE «podrá en cualquier momento de la negociación volver a los Estados miembros y proponer una modificación de ese mandato sobre cualquier cuestión».
El portavoz señaló que la CE quiere asegurarse de que la Unión sigue siendo un actor de primera fila en el mundo, a nivel político, económico y cultural.
«Creemos que va en el interés de los europeos, tanto de los ciudadanos como de las empresas o los Estados miembros, el adaptarse, hacer los esfuerzos y reformas necesarios para adaptarse a la globalización», apuntó.
Bruselas, 17 jun (EFE).-