Los ministros de Sanidad del grupo de países ricos del G7 resaltaron este lunes la importancia de impulsar los programas de vacunación contra la pandemia de covid-19 en los países en desarrollo, tras emerger en el sur de África la variante ómicron del virus, potencialmente más contagiosa.
En una reunión de urgencia convocada por la presidencia británica, los representantes de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y la Unión Europea (UE), convinieron en la “relevancia estratégica” de extender la inmunización.
El grupo de países desarrollados abordaron la necesidad de mejorar la capacidad de los más pobres para recibir millones de vacunas e implementar programas de vacunación a gran escala, para lo cual necesitan “asistencia operacional”.
El G7, que en la cumbre de líderes de junio se comprometió a donar mil millones de vacunas, reiteró este lunes su voluntad de “avanzar” hacia el cumplimiento de ese compromiso.
Redoblar los esfuerzos
El ministro británico de Sanidad, Sajid Javid, compareció ante el Parlamento del Reino Unido tras presidir la reunión con sus homólogos internacionales, que volverán a encontrarse en diciembre.
“Todos hemos estado de acuerdo en la importancia de redoblar los esfuerzos para asegurarnos de que los compromisos se llevan a la práctica”, apuntó.
Javid se mostró de acuerdo con el exministro de Sanidad británico Jeremy Hunt, que durante el debate en la Cámara de los Comunes consideró que la aparición de nuevas variantes como la ómicron “es un síntoma del fallo de los países occidentales a la hora de asegurarse de que las vacunas se distribuyen de forma adecuada”.
“¿No se trata de un fallo tanto moral como práctico el hecho de que los países más ricos hayan logrado vacunar al 60 % de sus poblaciones cuando en los más pobres sea solo el 3 %?”, cuestionó Hunt.
“Estoy de acuerdo con sus palabras. Es importante que todos los países ricos hagan todo lo posible», dijo Javid, que se declaró “orgulloso” de las acciones del Gobierno británico en ese terreno pero consideró que “otros países tienen que estar a la altura”.
El Reino Unido prevé haber donado 30,6 millones de dosis “sobrantes” de la vacuna de AstraZeneca cuando termine 2021 y entregar otras 20 millones de dosis de ese preparado durante 2022.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha destacado tras conocerse la expansión de la ómicron la urgencia de distribuir mejor las dosis en el mundo para evitar mutaciones peligrosas.
«Tenemos que acelerar la igualdad en las vacunas lo antes posible y proteger a los más vulnerables en todas partes», ha esgrimido el director del organismo.
Cooperación contra la nueva variante
Los ministros del G7 subrayaron su intención de continuar cooperando en el marco de organismos internacionales como la OMS para afrontar los potenciales riesgos que presenta la variante ómicron.
Javid recalcó que aunque las primeras indicaciones sugieren que podría restar eficacia a vacunas y tratamientos contra la covid, todavía no hay certezas en ese sentido.
El grupo de países ricos puso en valor el “trabajo ejemplar” de Sudáfrica tanto por haber detectado la variante de riesgo como por haber alertado con celeridad a la comunidad internacional.
«Fuimos unánimes en nuestro elogio al liderazgo ejercido por Sudáfrica, que ha sido abierta y trasparente sobre esta nueva variante», declaró el ministro británico.