El colombiano Simón Vergara ya recorrió más de 6.000 kilómetros desde Colombia hasta Bolivia junto a sus dos mulas por el camino del Qhapaq Ñan, una antigua ruta incaica en Suramérica, y pretende continuar su travesía hasta llegar a Argentina para concluir un viaje de 500 días.
Lo que parecía una travesía poco probable de completar, Vergara está demostrando que sí se puede lograr junto a «Cimitarra» y «Pluma de Oro», sus dos queridas mulas que son sus fieles compañeras de esta aventura.
Los tres iniciaron este viaje el 9 de enero y en once meses han recorrido los caminos de Colombia, Ecuador, Perú y ahora Bolivia con la finalidad de atravesar la ruta del Qhapaq Ñan, un sistema vial andino que fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2014, que pasa por seis países de Suramérica y que es poco transitado.
«La única forma de darle vida a un camino pues es caminándolo, entonces este es mi granito de arena, mi apoyo, para mantener estos caminos vivos», dijo Vergara.
El joven, de 23 años, partió desde el municipio de Ubaté, en el departamento colombiano de Cundinamarca, y pretende llegar a la ciudad de Jesús María en la provincia argentina de Córdoba. Ni la pandemia de la covid-19, ni algunas fronteras cerradas lo han detenido para cumplir su objetivo.
El Qhapaq Ñan constituye una ruta de integración incaica que se consolidó entre los años 1450 y 1530 después de Cristo de unos 23.189 kilómetros de longitud, que integra los territorios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
318 días de aventura
En los 318 días de aventura hasta ahora, Vergara junto a las mulas apreciaron impresionantes paisajes, cruzaron ríos, subieron montañas a 4.000 metros de altura, conocieron personas que les ayudaron, mientras él contaba su historia que asombraba hasta a los más incrédulos que le pedían ver fotos o videos.
En varios lugares de su recorrido le veían como el «bicho raro» y se fijaban en su equipaje donde tiene una caja de madera en la que guarda algunas de las medicinas para sus mulas y unas cuantas herramientas, pero los pobladores creían que se trataba de un geólogo que hacía estudios de minería y le menospreciaban, contó.
En otros sitios le confundían con un «guaquero», que son personas que buscan tesoros de forma ilegal, y no recibía ayuda ni podía comprar el alimento para las mulas.
A pesar de esos obstáculos, el colombiano ha continuado con su aventura y encontrado la forma de mantener en buenas condiciones a las mulas, que por día recorren unos 30 kilómetros.
En medio de su travesía, cuando el equipo estaba en Perú hubo un punto en el que Vergara ya estaba muy cansado del camino, por lo que pensó en desistir de esta gran hazaña que le tomó al menos tres años organizarla, soñarla y hacerla realidad.
Una de las mayores anécdotas ocurrió en el Parque Nacional Huascarán en Perú, en el que «Pluma de Oro» vio una manada de caballos salvajes y comenzó a correr detrás de ellos alejándose por lo menos unos seis kilómetros.
Aun así él dio alcance a la mula y vio que el líder de la manada de caballos rechazó a «Pluma de Oro», por lo que volvió con Vergara.
Las mulas
El colombiano es un amante de los caballos desde pequeño y decidió realizar esta aventura con sus mulas porque es un «animal muy especial» al ser el cruce del burro con el caballo que hace que tenga un «vigor híbrido» que los hace resistentes y adaptables.
«Es un animal mucho más resistente que el caballo, es mucho más adaptable a los cambios de altura, la comida, los climas y para el trabajo continuo, entonces es el animal ideal para estos viajes», agregó.
Es así que «Cimitarra» de 8 años, la más «consentida» y «Pluma de Oro», de la misma edad, fueron los escogidos. Ambos tuvieron que entrenar y lograr estar en el mejor físico.
«Cada vez están mejorando su nivel, ahora están en su mejor momento de su vida en condición física, realmente es increíble, es mi prioridad el buen estado de las mulas, son mis consentidas, entonces estoy muy pendiente de ellas y su alimentación», enfatizó Vergara.
Además, la conexión que tienen los animales con el joven cada vez se vuelve mucho más especial, llegando a ser como una familia en el que ya se reconocen cuando se alejan.
Vergara y las mulas tienen previsto partir este lunes hacia la ciudad de Santa Cruz en un camión que les llevará hasta ese destino para luego dirigirse hacia el sur de Bolivia y pasar hacia Argentina para completar los 2.000 kilómetros restantes.
Al país vecino pretenden llegar en enero a la ciudad de Jesús María, donde se realizará un festival ecuestre, el más grande de Latinoamérica.
El joven documenta en sus redes sociales y en la de la travesía @5tierras toda su travesía a «lomo de mula», que ya cuenta con 16.000 seguidores.