El premier Doug Ford declaró que la provincia no exigirá vacunas COVID-19 para los trabajadores de la salud de primera línea.
«Habiendo examinado la evidencia, nuestro gobierno ha decidido mantener su enfoque flexible dejando las decisiones de recursos humanos en manos de los hospitales individuales», sostuvo Ford en un comunicado emitido el miércoles.
La decisión va en contra una recomendación el mes pasado de la mesa de ciencias de Ontario que pedía vacunas obligatorias para todos los trabajadores de la salud con el fin de mejorar la seguridad, reducir el riesgo de interrupciones en el personal y proteger a las personas que trabajan para tratar a otros.
En una carta publicada a Ford, el grupo científico dijo que exigir que los trabajadores del hospital se vacunen es una política basada en la evidencia que protege a los habitantes de Ontario.
Ford reconoció que el tema es complejo, pero al final eligió dejar las decisiones de personal en manos de los hospitales.
Varios hospitales de Ontario ya han implementado sus propias políticas de vacunas obligatorias.