Varios expertos en conducta sexual inapropiada en el ejército piden al primer ministro, Justin Trudeau, a que nombre a una nueva ministra de defensa mientras se dispone a construir un nuevo gabinete tras las elecciones federales.
Las llamadas se basan en la creencia de que Harjit Sajjan ha perdido credibilidad cuando se trata de abordar lo que los propios comandantes superiores han descrito como una crisis existencial dentro de las Fuerzas Armadas de Canadá.
“Simplemente no es imaginable”, indicó Maya Eichler, directora del Centro de Innovación Social y Participación Comunitaria en Asuntos Militares de la Universidad Mount Saint Vincent en Halifax, sobre el regreso de Sajjan al puesto que ocupa desde 2015.
Sin embargo, aunque Eichler cree que es hora de que una mujer asuma el cargo de próxima ministra de defensa de Canadá, ella y otros advierten que ese nombramiento debe incluir a la persona adecuada y el apoyo necesario para ayudarla a tener éxito en el cargo.
La preocupación es que nombrar a alguien que no tenga la habilidad y la experiencia necesaria para impulsar lo que muchos creen que es un cambio esperado en la cultura militar y, al mismo tiempo, administrar los muchos otros archivos en lo que es una cartera desafiante podría lastimar en lugar de ayudar.
Entre esos otros problemas se encuentran las diferentes misiones militares en todo el mundo, la adquisición planificada de miles de millones de dólares en nuevos equipos y un gran grado de conmoción entre los rangos superiores.
La única mujer que se desempeñó como ministra de Defensa de Canadá fue Kim Campbell, quien ocupó el cargo durante seis meses en 1993 antes de servir durante cinco meses como la única primera ministra de Canadá.
Campbell reemplazó a Brian Mulroney en un momento en que los votantes ya estaban hartos de su gobierno conservador progresista, y estaba a la cabeza cuando los PC se redujeron de 156 escaños en la Cámara de los Comunes a dos durante las elecciones federales de 1993.
