JERUSALÉN – Naftali Bennett, el líder de un pequeño partido ultranacionalista en Israel, asumirá el cargo de primer ministro que ocupaba Benjamin Netanyahu, quien ahora irá a la oposición después de 12 años en el cargo y una crisis política que provocó cuatro elecciones en dos años.
Pero si quiere conservar el puesto, tendrá que mantener una coalición difícil de manejar de partidos políticos de derecha, izquierda y centro.
Los ocho partidos, incluida una pequeña facción árabe que está haciendo historia al formar parte de la coalición gobernante, están unidos en su oposición a Netanyahu y nuevas elecciones, pero poco más están de acuerdo. Es probable que sigan una agenda modesta que busque reducir las tensiones con los palestinos y mantener buenas relaciones con Estados Unidos sin lanzar ninguna iniciativa importante.
Netanyahu, que está siendo juzgado por corrupción, sigue siendo el jefe del partido más grande en el parlamento y se espera que se oponga enérgicamente al nuevo gobierno. Si solo una facción se escapa, podría perder su mayoría y correría el riesgo de colapsar, lo que le daría una oportunidad para volver al poder.
Pero Yohanan Plesner, presidente del Instituto de Democracia de Israel, un grupo de expertos no partidista, dijo que el nuevo gobierno probablemente será más estable de lo que parece.
«Aunque tiene una mayoría muy estrecha, será muy difícil derrocar y reemplazar porque la oposición no está cohesionada», sostuvo. Cada parte de la coalición querrá demostrar que puede cumplir y para eso necesita «tiempo y logros».
Aún así, Netanyahu «seguirá proyectando una sombra», aseguró Plesner. Él espera que el líder de la oposición entrante aproveche los eventos y proponga una legislación que a los miembros de la coalición de derecha les gustaría apoyar pero que no pueden, todo para avergonzarlos y socavarlos.
Mientras tanto, el nuevo gobierno promete un regreso a la normalidad después de dos tumultuosos años en los que se celebraron cuatro elecciones, una guerra de 11 días en Gaza el mes pasado y un brote de coronavirus que devastó la economía antes de que fuera controlada en gran medida por una exitosa campaña de vacunación.