Alrededor de 1.200 millones de personas carecen de acceso a la electricidad, mientras que 2.800 millones dependen de la madera y otras formas de biomasa para cocinar y calentar sus hogares, denunció hoy un informe difundido bajo el liderazgo de Naciones Unidas.
El documento, elaborado por expertos de 15 organismos internacionales -entre ellos la ONU, el Banco Mundial y la Agencia Internacional de la Energía (AIE)- es el primero de la iniciativa «Energía sostenible para todos», lanzada en 2011 por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La idea de este informe es poner cifras a la situación de acceso a la energía en el mundo para poder medir así los posibles avances en la iniciativa de la ONU, que pretende lograr el acceso universal a formas modernas de energía en 2030.
El informe destaca que el 80 por ciento de los que no tienen acceso a la electricidad vive en zonas rurales, y que si bien entre 1990 y 2010 unos 1.700 millones de personas accedieron a la electricidad, esa cifra apenas supera el aumento de la población del planeta, 1.600 millones, durante ese periodo de tiempo.
De esta forma, entre 1990 y 2010 se ha producido sólo un «modesto» progreso en mejorar el acceso a la energía, fomentar su uso eficiente y aumentar las alternativas limpias.
Dos tercios de las personas que carecen de acceso a la electricidad se concentran en 20 países de África y Asia, entre los que destacan India, Nigeria, Bangladesh y Etiopía.
«Nosotros damos los números para que la sociedad civil se dirija a los gobiernos y les diga que, según este informe, no lo están haciendo todo lo bien que deberían», declaró en rueda de prensa Kandeh Yumkella, líder de la iniciativa «Energía sostenible para todos».
En caso de garantizarse el acceso moderno a la energía se evitaría el uso para cocinar de madera, bosta y carbón, muy contaminantes en espacios cerrados, y que están detrás de la muerte de 3,5 millones de personas anuales por enfermedades y problemas de salud vinculados, destaca el documento.
Por otra parte, las fuentes renovables supusieron el 16 por ciento de toda la energía mundial en 1990, en 2010 ascendieron al 18 por ciento, y según esta iniciativa de la ONU, se pretende que esa tasa se doble hasta el 36 por ciento en 2030, según el estudio.
Para lograr este objetivo se han identificado a los 20 países mejor preparados para liderar la apuesta decidida por la renovables, entre los que se encuentran Brasil, México y España.
China es el país que más han progresado desde 1990 en eficiencia energética y en el uso de fuentes alternativas, según el documento.
También destaca el esfuerzo de India, que ha llevado la electricidad a un promedio de 24 millones de personas cada año entre 1990 y 2010, pero aún le queda mucho por hacer ya que 306 millones de sus ciudadanos carecen de energía eléctrica.
El informe solicita también que se aumente la inversión mundial en energía, tanto pública como privadas, hasta los 600.000 millones de dólares anuales hasta 2030, desde los actuales 400.000 millones anuales de promedio.
Además se llama a establecer un paquete de medidas para alentar las energía verdes, «incluyendo incentivos fiscales, financieros y económicos, la eliminación gradual de subsidios a los combustibles fósiles y el carbón».
EFE