El obispo Richard Howell Jr. anunció desde su púlpito, en el norte de Minneapolis, que la ciudad «está bajo un gran estrés en este momento» mientras el juicio por asesinato de George Floyd pone a prueba cuánto, si acaso, cambiará en los EE.UU. casi 10 meses después de que el asesinato provocó indignación mundial.
Se espera que la selección del jurado para el juicio del ex oficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, cuya rodilla presionando el cuello de Floyd durante casi nueve minutos fue capturada en un video gráfico en mayo pasado, comience esta semana.
«Este oficial se negó fríamente a responder a su súplica y mantuvo su rodilla en el cuello del Sr. Floyd, quitándole la vida», predicó Howell mientras sus feligreses gritaban su reconocimiento.
«Un acto de odio, intolerancia y brutalidad insensato, frío y horrible», añadió.
Howell expresó que está abriendo su iglesia a aquellos que puedan tener dificultades para ver el juicio transmitido en vivo.
Benjamin Crump, el abogado de la familia Floyd, aseguró que este es «uno de los casos de derechos civiles más importantes de los últimos 100 años. Es el Emmett Till de hoy».
Till, un adolescente negro de 14 años, fue brutalmente asesinado en Mississippi en 1955 después de supuestamente coquetear con una mujer blanca en una tienda de comestibles. Sus asesinos fueron absueltos rápidamente.
«Mississippi o Minnesota, no veo mucha diferencia», aseveró Deborah Watts, una de las primas de Till, en una conferencia de prensa en Minneapolis el viernes rodeada de decenas de familias cuyos familiares han sido asesinados a tiros por la policía.
El verano pasado, millones de personas protestaron en todo Estados Unidos contra el asesinato de Floyd en escenas no presenciadas desde el movimiento por los derechos civiles en la década de 1960. Las protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial se extendieron a Canadá y muchas ciudades a nivel internacional.
Crump aseveró que el video de Floyd, esposado, boca abajo en el pavimento, jadeando por respirar, es una «prueba ocular» de que un hombre es «torturado hasta la muerte por las mismas personas que se supone deben protegerlo y defenderlo».
«El mundo se había acostumbrado a ver reality shows, pero todavía estábamos conmocionados», añadió Crump.
El juicio penal contra Chauvin será procesado por el estado de Minnesota. Si bien Crump no está directamente involucrado en este caso, su resultado inevitablemente afectará el caso civil de la familia contra la ciudad de Minneapolis y los cuatro oficiales de policía involucrados en la muerte de Floyd.
Chauvin está acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, con la posible adición de un cargo de asesinato en tercer grado. El Tribunal de Apelaciones de Minnesota ordenó la semana pasada al juez del caso que reconsidere una solicitud de los fiscales para restablecer un cargo de asesinato en tercer grado, lo que significa que la selección del jurado no comenzará hasta al menos el martes.
Otros tres oficiales involucrados en la muerte de Floyd van a juicio en agosto.
