Las Fuerzas Armadas de Canadá están lidiando con un aumento en la cantidad de tropas que se han infectado con COVID-19 durante el último mes, incluso cuando un número creciente de miembros del servicio han comenzado a recibir vacunas contra la enfermedad.
Casi 250 militares han dado positivo por COVID-19 desde finales de diciembre, según nuevas cifras proporcionadas por el Departamento de Defensa Nacional.
Eso es un aumento dramático en comparación con los primeros nueve meses de la pandemia, cuando un total de 676 soldados fueron infectados, o alrededor de 75 por mes.
Si bien la erupción de nuevos casos dentro de las Fuerzas Armadas canadienses coincide con una oleada similar en Canadá y muchas otras partes del mundo, también se produce en medio de un brote entre los 540 soldados canadienses actualmente desplegados en Letonia.
El portavoz del Departamento de Defensa, Daniel Le Bouthillier, no dijo si el brote en Letonia, u otro en otro lugar, es responsable del aumento en los casos militares de COVID-19, citando la seguridad operativa.
Sin embargo, confirmó que los miembros de las Fuerzas Armadas en otras cuatro misiones, en Irak, Ucrania, Egipto y Kosovo, dieron positivo por COVID-19 desde marzo. Esos se suman a un número no especificado de tropas que han sido infectadas en Canadá.
“La existencia de casos de COVID-19 entre el personal de CAF no ha afectado significativamente las operaciones desplegadas o la provisión de atención por parte del sistema de salud de CAF”, agregó Bouthillier.
No obstante, el cirujano general del ejército subrayó en un mensaje a las tropas a principios de este mes la importancia de mantenerse saludable para garantizar que las Fuerzas Armadas estén listas para responder cuando se les solicite un desastre natural u otra amenaza para Canadá.
“Estamos llegando allí, pero necesitamos continuar protegiendo la fuerza para mantener la disponibilidad operativa de la CAF”, declaró el Mayor-General, Marc Bilodeau.
El gobierno federal dice que alrededor de 1.100 de los aproximadamente 100.000 miembros de las fuerzas armadas han sido vacunados, con prioridad para las tropas que trabajan en entornos de atención médica o que tienen afecciones de salud que podrían ponerlos en mayor riesgo de COVID-19.
Aún no se han administrado las vacunas al jefe del estado mayor de defensa, el almirante Art McDonald u otros altos comandantes militares, sostuvo Le Bouthillier.
Si bien las vacunas son voluntarias para el personal militar, Bilodeau declaró que los comandantes individuales podrán decidir si las hacen obligatorias para el despliegue en ciertas misiones.
Al mismo tiempo, las tropas ya desplegadas no recibirán dosis del suministro canadiense actual. En cambio, Bilodeau manifestó que se está planificando para determinar la mejor manera de vacunarlos, incluso posiblemente recurriendo a los gobiernos locales.
Bilodeau también indicó que todas las tropas podrán vacunarse en diciembre, tres meses que el cronograma actual del gobierno liberal de tener dosis disponibles para todos los canadienses en septiembre.
El Departamento de Defensa dice que el horario de Bilodeau se alineó con el horario de la Agencia de Salud Pública de Canadá en ese momento, y que se actualizará a medida que pase el tiempo.