Ontario reportó 1.708 nuevos casos de COVID-19 el domingo, una fuerte disminución con respecto a los dos días anteriores.
Los funcionarios de salud provinciales registraron 1.822 nuevas infecciones ayer y un récord de 1.855 casos el viernes.
Por tercera semana consecutiva, el número total de casos nuevos superó los 11.000 con un récord de 12.368 en los últimos siete días.
Se informaron 24 muertes adicionales, lo que eleva el total semanal a 162. Es el quinto día consecutivo en que se agregaron más de 20 nuevas muertes al recuento provincial.
El número de muertes atribuidas a entornos de atención a largo plazo superó las 2.300.
La región de Peel fue responsable de casi el 30% de los casos nuevos con 503 nuevas infecciones, seguida de Toronto con 463 y 185 en la región de York.
Es el cuarto día consecutivo en que se informaron más de 500 casos en la región de Peel, que se unió a Toronto en la zona de control de «bloqueo» la semana pasada.
La provincia dijo que completó 53.959 pruebas en el período anterior de 24 horas; el tercer día consecutivo se completaron más de 50.000 pruebas. Fueron casi 39.000 pruebas pendientes.
Los funcionarios de salud informaron 586 hospitalizaciones, pero señalaron que aproximadamente 40 hospitales no presentaron ningún dato, lo que se ha convertido en un hilo común los fines de semana. Como resultado, no se proporcionaron actualizaciones para el número de pacientes en la UCI y ventiladores.
Las medidas COVID-19 más estrictas entrarán en vigor en cinco regiones de Ontario a partir del lunes.
Windsor-Essex se trasladará al nivel rojo, Haldimand-Norfolk al naranja y otros tres, Hastings Prince Edward, Lambton y Northwestern, al amarillo.
Las autoridades han dicho que podrían pasar hasta dos semanas después de que se impongan nuevas restricciones para ver mejoras.
