Canadá y el Reino Unido han alcanzado un acuerdo comercial interino posterior al Brexit, anunciaron el sábado el primer ministro, Justin Trudeau, y el primer ministro británico, Boris Johnson.
«Ahora podemos continuar trabajando en un acuerdo a la medida, un acuerdo integral, en los próximos años que realmente maximizará nuestras oportunidades comerciales e impulsará las cosas para todos», dijo Trudeau.
«El libre comercio es una parte importante de la forma en que vamos a recuperarnos de la COVID, pero también creo que Canadá y el Reino Unido comparten una perspectiva sobre la reconstrucción más ecológica», afirmó Johnson, quien también se tomó un momento para felicitar a Trudeau por tomar medidas para que Canadá alcance cero emisiones de carbono para el año 2050.
El Acuerdo de Continuidad Comercial Canadá-Reino Unido extiende la eliminación de aranceles sobre el 98% de las mercancías exportadas entre los dos países y prepara el escenario para las negociaciones hacia un acuerdo permanente y más ambicioso en el nuevo año.
El acuerdo podría incluir «el potencial de ir más allá en áreas como el comercio digital, el medio ambiente y el empoderamiento económico de las mujeres», dijo un comunicado del gobierno británico.
El anuncio se produjo cuando los líderes mundiales se reunieron virtualmente para la cumbre del G20.
Brexit complicó la negociación de un nuevo acuerdo
Tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea el invierno pasado, los dos países acordaron permitir que el Acuerdo Económico y Comercial Integral (CETA), el acuerdo comercial bilateral vigente entre Canadá y la UE desde 2017, continúe aplicándose al comercio entre Canadá y el Reino Unido hasta finales de 2020.
Negociar un nuevo acuerdo comercial bilateral integral entre los dos países que podría ser ratificado completamente y en vigor antes del 1 de enero fue difícil porque los británicos no tenían jurisdicción sobre sus propios asuntos comerciales hasta que se completara su salida de la UE.
En cambio, las dos partes acordaron «renovar» el CETA en un acuerdo de transición a corto plazo, replicando la mayor parte del lenguaje existente y renegociando solo lo que se requería para que se ajustara al comercio exclusivo del Reino Unido.
En declaraciones a los periodistas el sábado, la ministra de Comercio Internacional, Mary Ng, dijo que el acuerdo interino replicaba en gran medida los términos del CETA, pero advirtió que el acuerdo «no era simplemente una cuestión de copiar y pegar».
«Seguirá teniendo fuertes disposiciones sobre trabajo, medio ambiente, cooperación regulatoria, resolución de disputas, etc.», dijo. «También protege los productos administrados por suministro de Canadá, por lo que quiero dejar muy claro que no hay un nuevo acceso al mercado para el queso aquí en este acuerdo de transición».
