La Cámara de Comercio del Canadá en México (Cancham) pidió este jueves que México sea un socio comercial «serio y confiable» que permita atraer inversiones dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), especialmente en el sector energético.
En un comunicado, el organismo indicó que México tiene la posibilidad de aprovechar un fenómeno conocido como «nearshoring» (acercar cadenas de valor) que permitiría atraer inversiones de Asia hacia Norteamérica.
«Pero solo podrá aspirar a lograrlo si se comporta como un socio comercial serio y confiable, con una visión moderna y de largo plazo», apuntó la Cancham.
El organismo enfatizó el T-MEC y las regulaciones en materia energética, al recordar que México, al igual que Estados Unidos y Canadá, es «soberano sobre sus recursos naturales».
«Sin embargo, en el propio T-MEC y en otros acuerdos comerciales (….) México asumió importantes compromisos», observó.
Según la cámara canadiense, creada en 1982 y representante de más de 300 empresas, México «no puede cambiar sus leyes de manera contraria a lo pactado previamente en otros acuerdos».
«No puede discriminar a los inversionistas extranjeros sobre los nacionales. No puede tomar medidas que se traduzcan en una expropiación disfrazada de los activos de los inversionistas, ni puede favorecer discriminatoriamente a las empresa estatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) o la Comisión Federal de Electricidad (CFE)», señaló.
Además, consideró que el Gobierno tampoco puede tomar «resoluciones caprichosas».
De esta manera, la Cancham defiende que la reforma energética de 2014, que abrió la iniciativa al sector privado tras décadas de monopolio estatal en México, quedó «consolidada» en el T-MEC y en otros acuerdos.
La cámara agregó que en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno federal se apuesta por una política energética que sea «soberana, sostenible, baja en emisiones y eficiente».
«Cumplir con este objetivo solo será factible si se promueve la participación de inversionistas privados», concluyó este organismo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha repetido insistentemente desde el principio de su administración a finales de 2018 que los actores privados en el sector de energía firmaron contratos «leoninos» con gobiernos anteriores para perjudicar a la CFE.
Por ello, se ha comprometido a «rescatar» a las empresas estatales del «saqueo» de los privados, sobre todo los extranjeros.
Esto ha derivado en una serie de políticas y acuerdos de instituciones federales que buscan limitar la generación de electricidad por parte de privados.
El sector privado acumula más de 170 amparos contra estas medidas, al considerar que impactan en conjunto 14 % del producto interno bruto (PIB), 44.000 millones de dólares de inversión y 81.500 empleos, de acuerdo con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y asociaciones de compañías energéticas.