Decenas de miles de futuros canadienses se encuentran en el limbo. Debido a las fronteras cerradas provocadas por la COVID-19, solo una fracción de los que se suponía que se convertirían en nuevos residentes permanentes este año y el próximo llegarán.
Este país depende de los inmigrantes para mantener a su población y expandir su economía. Pero Canadá admitió solo 34.000 residentes permanentes en el segundo trimestre de este año, un 67% menos que en el mismo período en 2019. La mayoría de los nuevos residentes permanentes ya estaban en Canadá con permisos de trabajo o estudio.
Los encierros y las oficinas de visas cerradas en el extranjero podrían suprimir la inmigración en los próximos años.
Hay una solución, aunque solo a corto plazo
Decenas de miles de estudiantes internacionales, trabajadores extranjeros temporales y solicitantes de asilo que se encuentran en Canadá en este momento podrían pasar rápidamente a la residencia permanente.
«Tenemos a todas estas personas que están aquí», dijo en una entrevista Janet Dench, directora ejecutiva del Consejo Canadiense para los Refugiados. “Y si les damos residencia permanente, podrán contribuir a Canadá. Así que terminamos beneficiándonos de ello».
Convertir a estudiantes, trabajadores extranjeros temporales y solicitantes de asilo en residentes permanentes podría aliviar la escasez de inmigrantes hasta que Ottawa pueda volver a poner en marcha el proceso de solicitudes en el extranjero, reanudar completamente los viajes aéreos y eliminar las barreras entre países.
En un informe de agosto, la Organización Internacional para las Migraciones advirtió que «la era de la migración en sí misma podría estar llegando a su fin». Más del 90% de la población mundial vive en países con restricciones relacionadas con la pandemia a los recién llegados.
Un informe reciente del Royal Bank of Canada estimó que, en el mejor de los casos, la inmigración en 2020 se reducirá un 30% desde el objetivo de 341.000 establecido por Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá.
«La preocupación es que lo que sucede a corto plazo puede convertirse en el largo plazo», dijo Andrew Agopsowicz, economista senior del banco y autor del informe.
Estudiantes internacionales, pilares de la economía
Considere la situación de los estudiantes internacionales; habían 642,000 de ellos estudiando en Canadá en 2019. Solo Estados Unidos y Australia aceptan más estudiantes extranjeros.
Además de contribuir con 22.000 millones de dólares a la economía canadiense y ayudar a mantener 170.000 puestos de trabajo, sirven como una de las principales fuentes de nuevos residentes permanentes cada año; pero no este año.
En el segundo trimestre, el departamento de inmigración emitió poco más de 10.000 nuevos permisos de estudio, en comparación con los 107.000 del año anterior.
La Universidad de Waterloo, con su sólida reputación en ingeniería y ciencias de la computación, acoge a unos 7.000 estudiantes internacionales cada año, junto con unos 35.000 estudiantes canadienses.
Pero aparte de los aproximadamente 2.000 estudiantes que ya están aquí, casi todos los estudiantes extranjeros tomarán sus cursos en línea desde su país de origen, dijo Christine McWebb, vicepresidenta asistente de la universidad responsable de operaciones internacionales.
Aquellos estudiantes internacionales que se encuentran en Canadá y desean permanecer proporcionan un grupo de solicitantes que podrían pasar rápidamente a la residencia permanente; y se puede animar a aquellos que no puedan llegar aquí este año a que vengan tan pronto como las condiciones lo permitan.
La semana pasada, el departamento de inmigración anunció nuevas medidas que facilitarán que los estudiantes estudien en el extranjero y, al mismo tiempo, puedan obtener un permiso de trabajo en Canadá.
Trabajadores extranjeros temporales
Aunque el gobierno federal tomó medidas especiales para asegurar que los trabajadores agrícolas fueran admitidos este año, los permisos TFW bajaron alrededor del 50% en el segundo trimestre. Estos trabajadores son fundamentales para sostener no solo la agricultura, sino también la atención médica, la construcción, el transporte y otros sectores.
“Los llamamos trabajadores extranjeros temporales, pero el trabajo que están haciendo no es temporal ni superfluo”, dijo Usha George, directora del Centro de Inmigración y Asentamiento de la Universidad de Ryerson. “A estas personas se las llama no calificadas, pero son trabajadores esenciales”.
Asilos en Canadá
Un tercer grupo de posibles residentes podría ser quienes solicitan asilo.
En 2019, poco más de 16.500 personas solicitaron asilo en Canadá haciendo uso de cruces fronterizos no autorizados. Pero a finales de julio de este año, la RCMP había interceptado poco más de 3,100 solicitantes de asilo, debido al cierre de la frontera entre Canadá y Estados Unidos, y la severa reducción de los viajes internacionales.
La mayoría de las reclamaciones remitidas a la División de Protección de Refugiados finalmente se aprueban, aunque el proceso puede llevar años.
Muchos reclamantes ya están trabajando. Hablan o están aprendiendo inglés o francés, tienen vivienda y han forjado lazos dentro de la comunidad. Acelerar sus reclamos proporcionaría nuevos residentes permanentes para compensar a los que no llegaron del extranjero, al tiempo que eliminaría el atraso.
Ottawa ya ha anunciado que algunos solicitantes de asilo que trabajan en el sector de la salud pueden solicitar convertirse en residentes permanentes.
Inmigrantes en Canadá
Los inmigrantes a Canadá tienden a estar mejor educados que los nativos y comienzan más negocios. A medida que la población de Canadá envejezca, será vital para proporcionar tanto la mano de obra como los impuestos necesarios para cuidar a los ciudadanos mayores.
Con suerte, el próximo año llegará una vacuna o tratamientos efectivos, lo que debilitará el impacto del COVID-19 hasta el punto en que las fronteras pueden reabrirse. Mientras tanto, existe la oportunidad de convertir a tantos estudiantes, trabajadores extranjeros y solicitantes de asilo en residentes permanentes como sea posible, para compensar el déficit.
Independientemente de sus antecedentes, podemos esperar que los recién llegados sean espléndidos canadienses. Casi siempre lo hacen.
