OTTAWA – Si tiene alguna duda sobre la fuerza con la que la segunda ola de COVID-19 está golpeando a Ottawa, el proyecto de investigación en el Children’s Hospital of Eastern Ontario que mide el coronavirus en las aguas residuales de la ciudad, tiene la respuesta.
En la última semana, los investigadores se sorprendieron por los altos niveles del virus que se encuentran en las aguas residuales de Ottawa.
«Estamos atados a un cohete en este momento, desafortunadamente», dijo Alex MacKenzie, pediatra e investigador de CHEO. “Es una alerta temprana de dos a tres días. Es una única prueba para 900.000 personas «.
La recolección de aguas residuales está a cargo de investigadores del Instituto de Investigación CHEO y de la Universidad de Ottawa. Los residuos se recogen cinco días a la semana y se transportan a un laboratorio, donde se analizan los niveles virales y se informan a la mañana siguiente.
Ottawa es una de las primeras ciudades de América del Norte en realizar este tipo de lecturas diarias.
El miércoles, en el ayuntamiento de la ciudad, la Dra. Vera Etches, oficial médica de salud, le dijo al ayuntamiento que el estudio de las aguas residuales es un indicador perturbador de la fuerza con la que la segunda ola está golpeando la capital.
“No está relacionado con que nadie tome pruebas. No tiene tiempo de demora”, dijo. «Esto nos dice lo que se midió en el agua».
Los investigadores de CHEO se han quedado desconcertados por los resultados, sorprendidos por la cantidad de enfermedad que están encontrando.
“Podemos decir con certeza, esto es de 3 a 6 veces mayor que el 6 de octubre. Está funcionando como un indicador muy confiable de COVID”, dijo MacKenzie. “Es algo que nos dice casi en tiempo real lo que está pasando en la comunidad”.
Agregó que los niveles que se están midiendo en octubre son dos veces más altos que los que encontró en la primavera. También sostuvo que los resultados del bloqueo instituido en puntos críticos como Ottawa, Toronto y Peel, no se verán hasta dentro de varios días o más.
«Va a tomar de una semana a dos semanas para que el cierre entre en vigencia».
