Bolivia, Colombia y Ecuador están «profundamente» preocupados por los hechos que sacuden la política peruana y que «atentan contra su estabilidad y gobernabilidad», por lo que pidieron a las autoridades de su país vecino evitar acciones que pongan en riesgo «el legítimo ejercicio del poder».
En un comunicado de la Comunidad Andina, que forman esos tres países junto a Perú, los presidentes Jeanine Áñez, Iván Duque y Lenín Moreno invocaron a «las autoridades» a no hacer peligrar «el proceso político institucional democrático» y que se garanticen «las condiciones adecuadas» para las elecciones generales de 2021.
«Alentamos a una pronta solución a esta situación, sobre la base del diálogo, en el marco del orden constitucional vigente y en estricto apego al equilibrio de poderes, elemento esencial para el mantenimiento de la democracia», dice la nota.
En ese sentido, los presidentes de Bolivia, Colombia y Ecuador hicieron un llamado a que se centren los esfuerzos «en la atención de la emergencia sanitaria y seguir trabajando por el bienestar del pueblo peruano y del conjunto de la región», frente a la tensión política que se vive hoy día.
«La población enfrenta duros momentos a causa de esta pandemia que debe ser afrontada en unidad y con la responsabilidad que la situación exige. El pueblo merece que sus autoridades concentren sus esfuerzos en generar condiciones que permitan luchar contra el virus que día a día viene cobrando vidas», insistieron en su comunicado.
Crisis política
Los mandatarios de los países vecinos a Perú se refirieron así a la creciente crisis iniciada por la oposición al presidente Martín Vizcarra, al que han abierto un juicio político en el Congreso para destituirlo y que la Presidencia recaiga en el líder del parlamento, el opositor Manuel Merino.
El Congreso aprobó el viernes someter a Vizcarra a este paso después de que el jueves se hicieran públicas unas grabaciones, de origen desconocido y grabadas en secreto, en las que aparentemente el mandatario parece coordinar medidas para despegarse de un caso menor de presunta corrupción.
Vizcarra denunció esa maniobra como un «complot» y un intento de subvertir la democracia en el país, desarrollado por un grupo de congresistas que quieren usurpar el poder para descabalgar todos los procesos de reforma política y lucha contra la corrupción que impulsa su Gobierno.
Para añadir tensión a la situación, este sábado se conoció que el presidente del Congreso, Manuel Merino, uno de los principales impulsores de la vacancia, contactó con altos mandos militares antes incluso de que se formalizara el pedido de destitución.
No está claro aún que pretendía Merino con este hecho, que ha sido denunciado por el Gobierno como «imprudentes», «temerarias» y una colisión «con el orden democrático».
El caso Swing
Esta crisis nace después de que una investigación periodística revelara que el desconocido cantante Richard Swing fue durante años contratado por el Ministerio de Cultura para labores de consultoría para las que no estaba capacitado, aparentemente por el hecho de ser amigo próximo de Vizcarra.
Vizcarra negó categóricamente en su momento ser amigo de Cisneros y dijo solo haberlo conocido en la campaña electoral de 2016, además de nunca haber presionado para que recibiera contratos públicos.
Sin embargo, las grabaciones dan a entender que sí hubo una relación más próxima entre ambos y que Vizcarra lo llegó a recibir en alguna ocasión en el Palacio de Gobierno.