El departamento de Estado de EEUU hizo público hoy el informe anual sobre la situación de los Derechos Humanos en el Mundo en 2012 en el que constata en el caso de Irán la vulneración constante de estos principios.
La libertad de expresión e información es cercenada y las fuerzas de seguridad intimidan y arrestan a periodistas, estudiantes, abogados, artistas, mujeres, activistas y miembros de sus familias.
El informe destaca que en el caso de Irán Estados Unidos no tiene embajada abierta en ese país y los datos del informe provienen de activistas y organizaciones no gubernamentales.
La Constitución iraní permite la libre expresión sin embargo en el texto constitucional figura: «aquellos que hagan propaganda en contra del Estado irán a prisión». La Constitución no define qué se entiende por propaganda.
Según la información recogida en ese país por organizaciones no gubernamentales y activistas, la falta de definición del término propaganda permite a la fuerzas de seguridad detener a activistas y mandarlos a prisión sin cargos .
Los presos tienen un trato inhumano, son torturados y sometidos a todo tipo de vejaciones, continúa el informe, que añade la falta de autorización para entrar en las cárceles de organismos independientes y la reiterada petición de las organizaciones no gubernamentales.
Los secuestros, las desapariciones son práctica de las fuerzas de seguridad, que rara vez son juzgados por sus abusos y de serlo las condenas son mínimas.
El informe resalta la impunidad de las fuerzas de seguridad cuya actuación, en ocasiones abarca a la familia del supuesto detractor del régimen, cuyos bienes pueden ser confiscados por el Estado.
La oposición iraní reclama juicios justos y públicos, la elección de abogados para acceder a una defensa veraz.
La transparencia en la forma de gobierno y las elecciones libres son otros derechos inexistente para la población iraní, cuya ausencia se ha intensificado después de las elecciones presidenciales de 2009.
Washington, 19 abr (EFE).-