A la industria del transporte por carretera de Estados Unidos le faltan 80.000 conductores, un récord hasta el momento, según Chris Spear, presidente y director ejecutivo de American Trucking Associations.
Eso es un aumento del 30% desde antes de la pandemia, cuando la industria ya enfrentaba una escasez de mano de obra de 61.500 conductores.
«Ese es un aumento bastante grande», explicó Spear. Muchos conductores se están jubilando, abandonando la industria. El aumento de la demanda de los consumidores, que genera la necesidad de más conductores, también juega un papel importante en el déficit.
Esto ocurre en un momento en que los puertos de EE. UU. están atrasados, principalmente porque hay pocos camiones y conductores para recoger la carga, lo que genera una desaceleración de la cadena de suministro. El presidente Biden ordenó a los puertos de Los Ángeles y Long Beach que se trasladaran a operaciones 24 horas al día, 7 días a la semana. Sin embargo, los puertos aún no pueden trabajar las 24 horas porque los importadores no tienen suficientes conductores para mover su carga a todas horas.
Los camioneros mueven el 71% de los bienes de la economía estadounidense, pero representan solo el 4% de los vehículos en las carreteras, especificó Spear. Si no se hace nada, las últimas cifras encaminan a la industria hacia una escasez de 160.000 conductores para 2030 y la necesidad de 1.000.000 de conductores nuevos en los próximos diez años, según las Asociaciones de Camiones Estadounidenses.
El proyecto de ley de infraestructura bipartidista que espera acción en el Congreso autorizaría cientos de miles de millones de dólares para el transporte, lo que incluiría el desarrollo de la fuerza laboral para la industria de camiones. Eso permitiría que 3.000 emplea entre las edades de 18 a 20 años recibieran capacitación, lo que les permitiría conducir tractocamiones a través de las fronteras estatales. Actualmente, los conductores deben tener 21 años para hacerlo.
Spear cree que los más jóvenes son la respuesta clave a la escasez de mano de obra.
«Creo que claramente es lo más impactante que se podría hacer en este momento para aliviar este problema. Así que el próximo año, no vamos a tener esta conversación porque se aliviará sola porque estamos invirtiendo», dijo Spear.
