Henrique Capriles candidato de la oposición a la presidencia de Venezuela, le solicito a su, el presidente Hugo Chávez, que acepte un debate sobre sus propuestas y dijo que solo faltan tres fines de semana para que los venezolanos tomen la decisión del futuro de Venezuela.
Capriles aseguró que a los “venezolanos les gustaría escuchar un debate de propuestas” y no “oír insultos”. “Le digo al candidato del gobierno, una horita de cadena, en cadena de radio y televisión, y cada quien (…) presenta al país cuál es su programa, cuál es su propuesta. La mía (…) la he estado llevando por cada pueblo de Venezuela”, afirmo Capriles.
Criticó que “ahora tratan de arropar las ideas, las propuestas, el compromiso con la campaña sucia” y de hacer creer al pueblo que hay “un paquete oculto”, en alusión a las denuncias del gobierno sobre un supuesto “paquetazo” económico oculto de la oposición.
“El único paquete que nosotros nos queremos quitar de encima es el paquete de este Gobierno que después de 14 años no tiene más nada que ofrecer”, apuntó.
Señaló al gobierno de pretender mancharlos “con su pantano”, pero vaticinó que “no podrán”.
“Quisiera ver y preguntarle al gobierno, qué ha hecho el gobierno en estos últimos años para combatir la corrupción”, puntualizó.
Al dirigirse a sus filas, Capriles advirtió, además, que “nada peor que un proyecto mesiánico, personalista” y los invitó a cuidarse de ello.
Hece pocos días el chavismo mostró un video en el que se veía al diputado Juan Carlos Caldera, representante ante el Poder Electoral del equipo de campaña de Capriles, recibiendo unos sobres con dinero.
Los seguidores del chavismo presentaron el caso como un escándalo relacionado con el soborno -aunque no especificaron por qué ni para qué- y responsabilizaron del caso al propio Capriles pidiendo una investigación sobre la financiación de la campaña de la oposición.
El aspirante opositor reaccionó de inmediato expulsando fulminantemente al diputado y asegurando que no aceptaría chantajes, mientras que Caldera afirmó que lo grabado era un pago de un empresario a su campaña personal para la alcaldía de un municipio de Caracas.
El próximo 7 de octubre, Chávez y Capriles se enfrentarán en las urnas por la presidencia venezolana, en un proceso al que también se han postulado otros cinco candidatos.