Madrid, 10 sep (EFE).- El Real Madrid, liderado por el croata Luka Modric en un partido soberbio, desató su pegada para golear a un valiente Osasuna que nunca bajó la cara al duelo (5-2), el día en el que Zinedine Zidane igualó el récord de quince victorias consecutivas ligueras de Miguel Muñoz.
Se presentan esta temporada en el Santiago Bernabéu unos rivales que al Real Madrid le permiten explotar su pegada. La valentía caracteriza por momentos a los visitantes. El testigo del Celta lo recogió Osasuna. Pudo apostar por cerrarse, sabiendo que al final lo más probable es salir igualmente derrotado, pero optó por el descaro para dejar una imagen buena y un resultado para el olvido.
Ni el tanto tempranero cambió los planes de Enrique Martín. No contaba con esos puntos antes de jugar, así que invitó a sus jugadores a intentar disfrutar. Se encontraron con el regreso de Cristiano Ronaldo. Y fueron seis los minutos en los que tardó en volver a disfrutar del gol el astro portugués.
Avisaba Riviere de la intención de Osasuna con un disparo al lateral de la red y a la siguiente acción llegó el primer castigo. Bale devoró el espacio y, generoso, asistió a Cristiano para concederle su regalo preferido, el gol. A placer el portugués mandó un mensaje de vuelta con su rodilla totalmente recuperada.
Nada cambiaba el gol. Osasuna decidió hacerse con el mando del partido y el Real Madrid se encontró cómodo en el repliegue, explotando unos contragolpes que con la figura de Morata incluso aumentan el vértigo. Benzema esperaba su oportunidad en el banquillo y Álvaro se dejaba la piel en cada acción. Defendía en propio campo, lanzaba desmarques intercambiando posición con Cristiano y dejándose caer a la izquierda, desde donde asistió con precisión. Kroos perdonó la primera disparando al lateral de la portería.
El inicio de temporada de Gareth Bale es excelente. Seguía con su partido de brillantez con un bonito giro con control de espaldas a 30 metros de la portería y un latigazo de zurda que obligaba a la estirada de Nauzet. A Osasuna le sobraba posesión y le faltaba pegada.
Las llegadas del Real Madrid eran aisladas pero con aroma de gol. Sergio Ramos avisaba de lo que estaba por llegar con un testarazo cruzado tras córner. La movilidad de Kovacic ayudaba a los ataques verticales blancos y Pepe, también de estreno, inventaba un pase en largo a la espalda de los centrales que Cristiano decidía no rematar de cabeza y hacerlo de zurda sin dejarlo caer. No encontró puerta.
Eran momentos en los que el Real Madrid era demasiado directo, pero así puso la sentencia al duelo. Unai sorprendió a todos con un cabezazo potente que repelió el travesaño de la portería de Casilla y, de nuevo, en la siguiente acción llegó el gol local. Cristiano la picó, remató Morata, sacó Nauzet con media salida y el balón cayó muerto a Danilo que no perdonó.
Se desató el Real Madrid que ya no tuvo freno hasta el final, cómodo en la fase ofensiva del juego. Morata volvió a desequilibrar por la izquierda y Bale perdonó el tercero, con todo para marcar, por no rematar de primera con su pie derecho. No dejó escapar la suya Ramos. En jugada calcada a la anterior que tuvo, tras córner, aprovechó la ausencia de marcaje para coger carrerilla y rematar con potencia a la red el tercero en el broche del primer acto.
Nació la segunda parte con ritmo de ida y vuelta, la amenaza de goleada sonrojante no amilanó a Osauna. Dejó espacios en defensa, con los laterales superados, y el Real Madrid comenzó a ser un vendaval. Pepe marcaba el cuarto tras doblar con su remate, de nuevo tras córner, las manos de Nauzet. El juego aéreo era blanco. Tres defensas se sumaban a la fiesta del gol.
Todos querían marcar. Nacho buscaba completar la fiesta goleadora de la zaga, Morata se desesperaba porque no encontraba puerta y Kovacic seguía, incansable, a su partido. Bale acariciaba el quinto que lo firmaba Modric con un buen disparo de derecha.
Fue cuando Zidane pensó en el calendario y el maratón de partidos que asoman. Retiró a Modric de su paseo, dejó en 65 minutos el regreso de Cristiano y hasta sustituyó a Bale. Mientras, Osasuna buscaba goles que premiasen en el marcador su esfuerzo e imagen.
El primero lo firmó Oriol Riera con un buen remate de cabeza a pase de De las Cuevas. El colegiado Fernández Borbalán impidió el segundo por no dar ventaja tras gol y señalar un claro penalti de Ramos que paró Casilla a Roberto Torres. Y fue David García el que firmó el segundo para que la afición osasunista se marchase orgullosa del Santiago Bernabéu.
. Ficha técnica:
5 – Real Madrid: Casilla; Danilo, Pepe, Sergio Ramos, Nacho; Kroos, Kovacic, Modric (Marco Asensio, m.63); Bale (Lucas Vázquez, m.74), Cristiano Ronaldo (Benzema, m.66) y Morata.
2 – Osasuna: Nauzet; Tano, David García, Miguel Flaño, Unai García; Fuentes, De las Cuevas (Roberto Torres, m.70), Fausto Tienza, Oier; Krodo (Jaime, m.53) y Riviere (Oriol Riera, m.61).
Goles: 1-0, m.6: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.40: Danilo. 3-0, m.45: Ramos. 4-0, m.56: Pepe. 5-0, m.61: Modric. 5-1, m.64: Oriol Riera. 5-2, m.78: David García.
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Amonestó a Flaño (17) y Unai (32) por Osasuna. Expulsó a Tano por doble amonestación a los 80 minutos.
Incidencias: encuentro de la tercera jornada de LaLiga disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 69.567 espectadores.
Roberto Morales