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‘The Joshua Tree’, la joya que U2 le regalará a Bogotá

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El mes pasado, la gira de U2 pasó por Houston (EE. UU.). De izquierda a derecha, The Edge, Bono y Adam Clayton. Arriba, Larry Mullen Jr.
Foto: Suzanne Cordeiro / AFP

Por primera vez en su historia, la agrupación irlandesa U2 se presentará en Colombia. El hecho, programado para el 7 de octubre en el estadio El Campín, de Bogotá, está a la altura de los conciertos de los Rolling Stones, Paul McCartney y Madonna. Al fin y al cabo, se trata de uno de los cinco actores más importantes en la escena del rock de las últimas tres décadas.

Esta semana se supo que la banda incluyó a la capital colombiana en la gira de celebración de los 30 años de su álbum ‘The Joshua Tree’, que se inició el 12 de mayo en Vancouver (Canadá). Si bien se había anunciado algo menos de una veintena de presentaciones, el tour lentamente fue sumando ciudades norteamericanas, un periplo por Europa y una ronda latinoamericana desde el 3 de octubre, con presentaciones en Ciudad de México, Bogotá, La Plata (Argentina), Santiago de Chile y São Paulo (Brasil).

The Joshua Tree Tour 2017 se ha caracterizado porque la banda interpreta las 11 canciones de ese álbum legendario, en el orden original. Así, le hace un justo homenaje a esa producción, que se lanzó en marzo de 1987 y puso a U2 en el pedestal de la banda de rock más importante del mundo.

‘The Joshua Tree’ fue el disco que rompió en dos la historia de estos cuatro dublineses. Está entre los 50 álbumes más vendidos de la historia, con más de 25 millones de copias. En 1987 fue número uno en 20 países y le dio tres grandes éxitos a la banda, incluidos sus únicos número uno en Estados Unidos: ‘With or Without You’ y ‘I Still Haven’t Found What I’m Looking For’, esta última nominada a los Grammy como canción y grabación del año. En esa premiación, ‘The Joshua Tree’ recibió los galardones a álbum del año y mejor interpretación rock de un grupo. En el 2012 la revista ‘Rolling Stone’ lo ubicó como el número 27 entre los 500 álbumes más grandes de la historia, y en el 2014 fue agregado al Salón de la Fama de los Grammy e incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

El primer capítulo de la historia del grupo se había cerrado con ‘Under a Blood Red Sky’, álbum grabado en vivo y publicado en 1983. En ese entonces, U2 ya había cautivado el mercado europeo con su fogosidad musical y sus causas sociopolíticas, y el público norteamericano se había dejado tentar por canciones como ‘New Year’s Day’ y ‘Sunday Bloody Sunday’, a pesar de sus temáticas irlandesas.

En el Phoenix Park Racecourse de Dublín (Irlanda), durante uno de sus últimos conciertos de ese año, Bono, el líder, manifestó al público que tomarían un nuevo rumbo musical, con cambios radicales. Esa intención los llevó al músico inglés Brian Eno, quien, a pesar de su desacuerdo, fue persuadido por el cantante Bono y terminó convirtiéndose, con su ingeniero de sonido, el canadiense Daniel Lanois, en el equipo de producción que dio un giro definitivo al sonido de U2 para ‘The Unforgettable Fire’, álbum publicado en octubre de 1984.

El ambiente experimental, atmosférico, más relajado, por momentos más orquestado, de ese disco, que hizo hablar de un nuevo U2, fue la puerta para lo que vendría en 1987 con su quinto álbum de estudio. Inspirado en las experiencias de su última gira por Estados Unidos, en la cultura, la literatura, los eventos políticos de ese país y una fuerte carga espiritual, pero también alimentados por la tradición musical irlandesa, U2 concretó en ‘The Joshua Tree’ el disco más significativo de su carrera.

La tradición americana

Las raíces de este disco se sembraron en experiencias de Bono. Una visita al norte de Etiopía, en África, le mostró un angustioso mundo de pobreza, hambruna, desespero y corrupción, una compleja situación social frente a la cual él y su esposa respondieron con varios días de trabajo comunitario. Se sumó la invitación que recibió en 1985 para tomar parte en el proyecto Sun City, organizado por el guitarrista Steven van Zandt y bajo la consigna ‘Artistas unidos contra el apartheid’, y para el cual Bono compuso ‘Silver and Gold’, que grabó al lado de Keith Richards y Ron Wood, de los Rolling Stones.

Muy pronto, U2 se vio involucrado en esos movimientos socio-político-musicales tan propios de los 80. En julio de 1985 formó parte del cartel del magno evento benéfico Live Aid, tocando en Londres, y en junio de 1986 fue incluida en una gira de Amnistía Internacional junto con The Police, Bryan Adams, Peter Gabriel y Lou Reed, entre otros.

Bono y el guitarrista The Edge habían iniciado una exploración del ‘blues’ y el ‘folk’ estadounidenses. El primero, por inducción de Keith Richards, quien los puso a oír un LP (‘long play’) de John Lee Hooker, y el segundo, motivados por figuras míticas como Robert Johnson, Howlin’ Wolf y Hank Williams. También estaba el interés de Bono por escritores afroamericanos como James Baldwin y Ralf Ellison, y por poetas y libretistas como Tennessee Williams, Langston Hughes, Allen Gingsberg, Sam Shepard y Charles Bukowski.

Un nuevo viaje del cantante ejercería una influencia adicional, esta vez gracias a la atracción que sentía por el conflicto sociopolítico en Nicaragua y El Salvador. El cantante visitó estos países y entró en contacto con campesinos que, en la práctica, se encontraban en medio de un fuego cruzado. Finalmente, a todas esas experiencias, y como un fuerte elemento emocional, se sumó la muerte en un accidente de motocicleta de Greg Carroll, un joven asistente que tenían y quien se había hecho muy cercano a Bono.

En el libro biográfico ‘U2 by U2’ y en la edición conmemoratoria del disco que se lanzó en el 2007, Bono manifiesta lo que significó Estados Unidos para ese álbum. “Yo empecé a ver dos Américas, la mítica y la verdadera. Era una época de codicia. Siempre he dicho que Estados Unidos no es un país, sino una idea, y expresada en sí misma en los 80, con el fenómeno de Wall Street, un país para ganar, solo ganar, sin tiempo para perdedores, el país de la chica material, de los altos precios en el mercado del arte y de una nueva clase de prosperidad con el nacimiento de la era de la información.

Entonces teníamos que destruirla al describirla como un desierto. América había colonizado todas nuestras imaginaciones con la fuerza de su cultura, su pop, sus películas tan poderosas. La única forma de describir ese siglo americano era entrar en el estómago de la bestia, y eso fue lo que hicimos desde nuestro punto de vista irlandés. Porque los irlandeses siempre amamos a América como una especie de tierra prometida. Yo me sentía molesto con el sermón de los teleevangelistas, pero, aun así, amaba la poesía de las escrituras que los referenciaban, amaba la poesía de la geografía del país, escuchaba el ‘blues’, estaba inmerso en su literatura y no podía sacar de mi cabeza algunas imágenes de la película ‘París, Texas’ ”.

Un mundo experimental

U2 hizo pruebas de canciones en casa de su baterista, Larry Mullen Jr., hacia noviembre de 1985, pero las primeras grabaciones de lo que sería ‘The Joshua Tree’ se realizaron en los STS Studios, en Dublín, con el ingeniero Paul Barrett. En esencia, trabajaron en las maquetas de ‘With Or Without You’, ‘Red Hill Mining Town’ y un boceto de lo que luego sería ‘Bullet The Blue Sky’, y que enviaron a Brian Eno y Daniel Lanois, quienes aceptaron de nuevo la misión de producirles un disco. A diferencia de los anteriores, logrados en su mayoría en los Windmill Lane Studios, en Dublín, alquilaron una casa gigante de dos pisos y arquitectura georgiana al pie de las montañas Wicklow, en las afueras de la capital irlandesa, conocida como Danesmoate.

Allí montó un estudio de grabación el ingeniero británico Mark Ellis, ‘Flood’, a quien admiraban por su trabajo con New Order y Nick Cave, entre otros. El sonido que encontraron en ese sitio era diferente, potente y denso. Y los aportes de Eno y Lanois fueron fundamentales para llevar a la banda a un mundo experimental.

The Edge encontró un aditamento a su sonido gracias a una invención del guitarrista canadiense Michael Brook, amigo de Lanois, conocida como Infinite Guitar. Se trataba de un proceso electrónico que generaba un sostenido prolongado de las notas de la guitarra, y fue básico en temas como ‘With Or Without You’, que, con ‘I Still Haven’t Found What I’m Looking For’, quedó casi completa en esas sesiones.

La muerte de Greg Carroll motivó la composición de ‘One Tree Hill’. La visita a Centroamérica inspiró la letra de ‘Bullet The Blue Sky’, una de sus canciones con mayor impacto político, y ‘Mothers of the Disappeared’, que también hunde sus raíces en la estadía de Bono en Etiopía. Vendría ‘Where the Streets Have No Name’, que tuvo tantos problemas que Brian Eno propuso borrar las cintas y arrancar de cero. La canción fue una composición que The Edge hizo en una casa que compró en Melbeach, Monkstown, al sur de Dublín, y que también se convirtió en sitio de grabación de algunas de las canciones del disco.

Una de las anécdotas del proceso de grabación de ‘The Joshua Tree’ es que cuando las canciones estaban casi listas, luego de tres meses de trabajo, Eno le dijo a The Edge que, aunque todas esas nuevas ideas eran suficientes para hacer el disco, sentía que faltaba algo. Eso llevó a la banda a grabar canciones como ‘Walk to the Water’, ‘Luminous Time’, ‘Deep In The Heart’, ‘Spanish Eyes’ y ‘The Sweetest Thing’. Estas, sumadas a otras realizadas en la época y que no se incluyeron en ‘The Joshua Tree’ –en especial Birdland, que guardaron para incluirla en un siguiente proyecto y vio la luz apenas hace diez años, con otro nombre–, habrían sido suficientes para hacer un segundo álbum.

Se ha dicho, y ha de ser cierto, que el mejor disco de estos irlandeses es el revolucionario Achtung Baby, de 1991. Pero no hay duda de que fue The Joshua Tree el que rompió los esquemas, evidenció la madurez de Bono, The Edge, Clay-ton y Mullen y se guarda en la memoria colectiva como el más impactante en la historia de U2.

Ese, ni más ni menos, es el álbum que los colombianos escucharán por fin en vivo, después de tres décadas de espera.

Preventa, desde este lunes

Este lunes, a las 9 de la mañana, se inicia la preventa para tarjetahabientes de los bancos Aval y usuarios de las ‘apps’ Aval Pay y Yeii, que se extenderá hasta las 11 p. m. del miércoles. Los precios oscilan entre $ 231.000 (oriental norte baja) y $ 1’125.000 (paquete RED Zone). Más información: vive.tuboleta.com

DANIEL CASAS C.
http://www.eltiempo.com/

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