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Los hijos nacidos en el exterior de padres canadienses ya no tienen de qué preocuparse

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Los hijos nacidos en el exterior de padres canadienses ya no tienen de qué preocuparse
Los hijos nacidos en el exterior de padres canadienses ya no tienen de qué preocuparse

Por: Vilma Filici / filici@filici.com

Esta semana hizo noticia el caso de una mujer de British Columbia que está luchando por recuperar la ciudadanía canadiense tras haberla perdido debido a una poco conocida ley migratoria que fue aprobada en el año 1977.

A raíz de esta historia recibí varias consultas de miembros de nuestra comunidad que están preocupados porque esta legislación les puede afectar negativamente. Sin embargo, les expliqué que esta ley ya fue cambiada, por lo que realmente no hay nada de qué preocuparse.

La pérdida de la ciudadanía de esta mujer fue el resultado de la entrada en vigencia de una disposición de ley contenida en el Acta de Ciudadanía de 1977, la cual establecía que todos los jóvenes nacidos fuera de Canadá, de padres canadienses, debían hacer una solicitud para retener su ciudadanía canadiense antes de haber cumplido los 28 años de edad. Y de acuerdo a dicha ley, el primer grupo de estos jóvenes cumplió los 28 años de edad en mayo del año 2005.

Para las personas que anualmente inmigran a Canadá, generalmente una de las razones por las cuales se hacen ciudadanos canadienses es porque asumen que al hacerlo son muy pocas las circunstancias por las cuales podrían perder sus privilegios de vivir en este país. No obstante, al hacer un estudio más minucioso del Acta de Ciudadanía y de Inmigración canadiense, se podían encontrar algunas secciones de ley en base a las cuales, y dependiendo de la edad en la que una persona se hizo ciudadana canadiense, se podían perder esos derechos. Un caso concreto era precisamente si al nacer se fue registrado como ciudadano bajo el Acta de Ciudadanía de 1947, o bajo el Acta de Ciudadanía de 1977.

Hasta diciembre del 2006, el gobierno canadiense no había estado implementando estas secciones de ley, pero en enero del 2007 el Ministerio de Ciudadanía e Inmigración hizo el anuncio de que iba a empezar a implementarlas, con lo cual se estableció que los jóvenes que nacieron fuera de Canadá, de un padre ciudadano o de ambos padres ciudadanos, y que fueron registrados como ciudadanos canadienses al nacer, iban a tener que hacer una solicitud para poder retener su ciudadanía antes de cumplir los 28 años de edad. En caso de que no lo hicieran, estos jóvenes iban a perder automáticamente su ciudadanía canadiense.

La implementación de esta ley en el año 2007, que fue muy criticada en medios políticos y migratorios, pareció ser nada más una acción que estaba tomando el gobierno conservador con el fin de apaciguar a las personas que en los últimos meses se habían quejado de la aparente existencia de ciudadanos canadienses que se aprovechaban de la ciudadanía en espera de que el gobierno se responsabilizara por ellos sin residir en el país.

Concretamente se hablaba del caso de los ataques de Israel contra Líbano el año anterior, en el cual Canadá tuvo que rescatar a muchísimos ciudadanos canadienses que residían en dicha zona, gastando millones de dólares para traerlos al país. En esos momentos hubo una reacción muy negativa por parte del público en general, y al parecer esta fue la forma en que el gobierno pretendió acallar las críticas.

Sin embargo, las personas afectadas con la entrada en vigencia de dicha ley eran las menos representativas del problema que surgió con los eventos de Líbano, dado que esas personas habían llegado a Canadá en su momento y habían obtenido su ciudadanía y luego regresaron a vivir a su país de origen.

Las personas afectadas con esta ley, por el contrario, eran personas que en su mayoría habían nacido fuera de Canadá, de padres canadienses (ya sea uno o ambos), que registraron su ciudadanía pero que por distintos motivos nunca habían venido a Canadá a tomar la residencia.

Los ciudadanos canadienses afectados, como en el caso de esta mujer de British Columbia que apareció en un artículo del periódico Toronto Star, son personas que cumplieron 28 años de edad entre el mes de mayo del año 2005 y el 17 de abril del año 2009, si en ningún momento hicieron la solicitud de retención de la ciudadanía.

Porque la ley cambió el 17 de abril del 2009, y ahora las personas nacidas después de esa fecha fuera de Canadá, de padres canadienses, ya no deben hacer este trámite de retención.

La nueva legislación establece que el requisito de retención en virtud del artículo 8 de la Ley de Ciudadanía queda derogado a partir del 17 abril del 2009.

Esto significa que sólo los ciudadanos canadienses de segunda o subsiguiente generación, nacidos fuera de Canadá de un padre canadiense, o de ambos padres canadienses, que están sujetos a las disposiciones de retención actuales porque cumplieron 28 años de edad antes del 17 de abril del 2009, son los que deben seguir haciendo la solicitud respectiva para conservar su ciudadanía canadiense.

Esto es así porque la nueva legislación C-37 que estableció el cambio de la legislación anterior no restaura la ciudadanía a las personas que cumplieron 28 años antes de que dicha legislación entrara en vigor, es decir el 17 de abril del 2009.

Sin embargo, aquellos ciudadanos que están sujetos a las disposiciones de retención actuales, y que cumplen 28 años de edad después de que la nueva ley entró en vigencia (es decir, a partir del 17 de abril del 2009) seguirán siendo ciudadanos y no están obligados a presentar una solicitud de retención.

La ley es clara en este aspecto, pero si usted por alguna razón cree que puede caer dentro de la disposición de la ley anterior, lo más sano es que busque ayuda al respecto lo más pronto posible con un consultor o con un abogado de inmigración debidamente certificado.

 

 

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