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La situación económica mundial y lo que podría traernos el 2015

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1vs 99La División de Análisis  y Políticas de Desarrollo de las Naciones Unidas acaba de publicar su Informe anual titulado: “Situación Económica Global y Perspectivas para 2015”. El informe del prestigioso centro intelectual produce este reporte en conjunto con la UNCTAD, y las Conferencias Económicas de África, Europa, Latinoamérica, Asia Pacifico y Asia Occidental.

En este corto espacio trataremos de resumir los más importantes aspectos del documento de manera que Ustedes, amables lectores, puedan conocer las conclusiones de éstos centros de análisis y políticas macroeconómicas.

La Economía Global ha continuado una expansión verdaderamente lenta  (2.6% para 2014). La recuperación de las crisis económicas de 2007 y 2008 se ha visto afectada por algunos retos de cierta magnitud, entre los que se cuentan el escalamiento de conflictos geopolíticos en varias partes del planeta. La mayoría de las economías de las diferentes naciones ha visto un desplazamiento en el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) a niveles considerablemente más bajos que los que se observaban antes de la crisis económica mundial. Esto hace prever que el crecimiento económico a largo plazo se ubique en un nivel deficiente. En las Economías más desarrolladas persiste la amenaza de contracción monetaria, especialmente en el área de influencia del Euro y en Japón. Las tasas de crecimiento en las naciones en vía de desarrollo y en algunas economías en estado de transición han tomado súbitamente  direcciones opuestas durante el 2014 a consecuencia de una aguda desaceleración en varias economías emergentes, especialmente en América Latina y en la Comunidad de Estados Independientes  que ahora agrupa a nueve de las Repúblicas que conformaban la antigua Unión Soviética. (Ucrania, Bielorrusia, Armenia Azerbaiyán, Kazakstán, Moldava, Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán).    Fruto de las actuales tensiones geopolíticas y los desequilibrios estructurales de estas naciones y otras como Venezuela, la economía global podrá crecer en 2015 pero a un paso mucho más modesto que el esperado. El Producto Bruto Global crecerá 3.1  en 2015 y  3.3 en 2016.

La mayor debilidad estructural del sistema macro-económico mundial seguirá siendo el Desempleo. Dadas las limitaciones en la expansión del PIB en muchas Naciones, el resultado inmediato es el de una escasez en la oferta de empleo productivo. En los países industrializados las cifras de desempleo son despiadadamente elevadas, particularmente en las naciones del bloque Europeo, mientras que los niveles salariales siguen estando afectados por la crisis financiera.

Entretanto, en las Naciones en vía de desarrollo  -a pesar de un crecimiento económico más lento- las tasas de desempleo han continuado en los mismos niveles de 2013, en parte por un menor crecimiento de la fuerza laboral, aunque sigue prevaleciendo el empleo informal y vulnerable. Los mayores niveles de desempleo persistente se registran en algunas naciones de África del Norte y Asia Occidental así como en algunas de las economías en transición del bloque Sur-Oriental Europeo.

El Juego de todos estos factores generará varios riesgos en Europa. Allí, la inflación global promedio permanecerá en los niveles que se han observado en los últimos dos años (3%). Se espera que para 2016 las economías de las naciones en desarrollo y en transición registren un descenso de sus tasas de inflación agregada.

El efecto de lo anterior se sentirá principalmente en el rubro de Comercio Internacional donde los precios de algunos Bienes Primarios bajarán de la mano de un leve incremento en el crecimiento de las actividades de Importación y Exportación. Los flujos de Capital hacia las Economías Emergentes han declinado de manera moderada y se espera un leve incremento hacia finales de 2016. El Mayor riesgo de Inestabilidad Macroeconómica Mundial quizás pueda provenir de los ajustes que se hagan en la política monetaria de ciertas naciones clave. Las naciones europeas se enfrentan a las crisis de poder en Ucrania que se podrían traducir en una peligrosa volatilidad del Euro.

En las Naciones emergentes el peligro es similar, ya que estas se enfrentan a una combinación de vulnerabilidades tanto domesticas como extranjeras. Más que en ninguna otra época, las tensiones Geopolíticas constituyen un riesgo creciente de incertidumbre y desaceleración económica.

Los países industrializados enfrentan una difícil política de compensación  fiscal. Y aunque estas naciones presentan niveles aceptables de endeudamiento público, también necesitan manejar sus niveles de riesgo en el manejo de la deuda externa. Todo esto obviamente afectara el crecimiento global y la dinámica comercial entre las naciones.

De todas estas dinámicas, concluye el estudio de los expertos de Naciones Unidas, surge la imperiosa necesidad de fortalecer los acuerdos de Coordinación mundial de la  política monetaria y de sentar claras bases de cooperación y entendimiento  duradero. Es la única manera de mitigar los múltiples riesgos que enfrenta el mundo como un todo y el concierto de las Naciones como agentes individuales de participación y reciprocidad con miras a la estabilización y la equidad.

El sombrío y aterrador abismo que separa a los más ricos de los más pobres en el planeta llega ya a niveles que pueden fácilmente generar una revuelta global de proporciones catastróficas. Sin un acuerdo internacional que busque zanjar la brecha cada vez más brutal entre la clase del 1% y los empobrecidos miembros del 99%, el mundo puede verse enfrentado a crisis de violencia imprevisibles que pueden provocar el desplome de muchas economías estancadas o en vía de recuperación.

 

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