Un equipo de expertos del organismo mundial de vigilancia de armas químicas ha sido enviado a Turquía para recolectar muestras como parte de una investigación sobre un presunto ataque con armas químicas en Siria la semana pasada que mató a 87 personas.
La misión de determinación de hechos fue enviada por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya para reunir muestras biométricas y entrevistar a sobrevivientes, dijeron fuentes a Reuters el jueves.
El ataque de gas tóxico el 4 de abril, que mató a decenas de niños, llevó a Estados Unidos a lanzar ataques con misiles contra una base aérea siria y ensanchó una brecha entre Estados Unidos y Rusia, un aliado sirio cercano.
La misión de la OPAQ determinará si se han utilizado armas químicas, pero no está obligado a atribuir culpa. Sus conclusiones, que se esperan dentro de tres o cuatro semanas, pasarán a una investigación conjunta de las Naciones Unidas y la OPAQ encargada de identificar a personas o instituciones responsables del uso de armas químicas.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el sarín, el cloro y el gas de mostaza de azufre se han utilizado en la guerra civil de Siria. Las fuerzas gubernamentales usaron cloro, mientras que los militantes del Estado islámico utilizaron mostaza de azufre.
El bombardeo de la semana pasada en la ciudad de Khan Sheikhoun, en la provincia rebelde de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, fue el más letal desde que un ataque de sarín el 21 de agosto de 2013 mató a cientos en un suburbio de la capital, Damasco.
