Gloria Alvarez, una joven y carismática politóloga Guatemalteca recientemente dió un discurso en España durante un Congreso Iberoamericano de Estudios políticos en el que abogó de manera brillante y contundente por el desmantelamiento del Populismo en los Estados Latinoamericanos, como única fórmula para erradicar la inequidad, la injusticia y la pobreza. La manera de hacerlo, expresó, es mediante el uso de la tecnología como recurso para llevar Educación a todos los rincones del Hemisferio. El discurso de tan solo 11 minutos se convirtió rápidamente en un fenómeno del internet con más de un millón de “hits” en pocos días.
Y es que el debate tanto de izquierda como de derecha se ha convertido en América Latina en un instrumento utilizado por “líderes” populistas para desmantelar las instituciones democráticas y acoplarlas, a espaldas de los pueblos, a los deseos de poderosos dueños de imperios de interés financiero y político nacional y transnacional.
Son más que conocidas en todo el mundo las atrocidades del populismo en contra de las instituciones que tienen a su cargo velar por la democracia en nuestras Naciones Latinoamericanas.
Y lo trágico de éstos regímenes autocráticos de origen populista inspirados tanto en la Izquierda como en la Derecha, es que han llegado al poder utilizando la vía de la democracia. Venezuela, Cuba, Brasil y varias naciones Centroamericanas son apenas algunos de los muchos ejemplos de lo que puede hacer un régimen populista una vez llega al poder.
Dicho lo anterior, y en vista de los comicios electorales próximos a celebrarse en Canadá en 2015, no podemos sustraernos a la tentación de preguntarnos si acaso en Norteamérica no esté ocurriendo igualmente una insidiosa, progresiva y aun desapercibida invasión del Populismo como arma de ciertos grupos para promover situaciones favorables a sus intereses pero que atentan contra esa Democracia que antes defendía el interés común sobre los intereses de los particulares.
Que tan populista se habrá vuelto la política Canadiense? Tenemos una manera bastante sencilla de averiguarlo. Si la predica de los líderes políticos contiene permanentes y reiteradas promesas de “cambio”, de “defensa de los intereses de los menos favorecidos”, de “protección de los derechos fundamentales de la gente a….” entonces hay Populismo y No Democracia. Porque? Porque el Populismo es una manera de aprovecharse de las necesidades de la gente para someterla a las condiciones de un status quo…de una realidad que no desea ser cambiada, pero que de manera perversa promete cambiarse precisamente para no tener que hacerlo.
Esta dictadura del Populismo es la que permite enarbolar campa-as contra la pobreza para poder perpetuarla… la que permite hablar de cambio estructural para no modificar nada, la que tolera de manera sarcástica enarbolar una bandera a favor de la equidad para poder mantener e incluso promover una desigualdad extrema como la que ha denunciado el Broadbent Institute.
(Para mayor información, visite: www.broadbentinstitute.ca/wealthgap)
Queridos lectores: La verdad es que lo único que garantiza los derechos inalienables del Ciudadano a la luz de cualquier Constitución y de cualquier sistema de gobierno, es la supervivencia de la Republica. Es lo único que puede exigir a los grupos de privilegio que renuncien a esos privilegios para salvaguardar el bien común.
En Magazine Latino no podemos evitar reflexionar sobre estos temas, porque son ellos los que produjeron el impresionante éxodo de millones de habitantes que huyeron de nuestra amada América Latina para protegerse del desplome de muchas de sus Democracias.
Nuestra experiencia nos permite conocer el futuro. Nos permite llamar la atención de los gobernantes, de los activistas, de los políticos y de los científicos sociales para ayudarles a evitar los errores que en el pasado han derrotado a muchas democracias del hemisferio occidental.
En el 2015, nuestros mejores deseos porque los Nuevos Canadienses Latinoamericanos sepan llevar su conocimiento y experiencia a los más altos estrados del quehacer político, enriqueciendo así a su nueva Nación.
