Inicio Editorial Al parecer, en todas partes se cuecen habas y se cuelan los...

Al parecer, en todas partes se cuecen habas y se cuelan los elefantes…

Al parecer, en todas partes se cuecen habas y se cuelan los elefantes…

635
0
En la imagen, Mike Duffy y el primer ministro de Canada Stephen Harper
En la imagen, Mike Duffy y el primer ministro de Canada Stephen Harper

Al segundo día del juicio criminal que se le sigue en Ottawa al Senador Mike Duffy, acusado de 31 cargos de fraude, abuso de confianza y soborno, los abogados de la Corona empezaron a ahondar en los detalles relacionados con la normatividad del Senado en relación con los temas de domicilio de residencia de los Senadores  y su elegibilidad para buscar primas compensatorias según su lugar de residencia  de origen. Desde el Martes 7 de Abril, cuando se abrió el Juicio al más hábil recaudador de fondos y donaciones del Partido Conservador, algunos comentaristas políticos ya hablaban de que el resultado final de éste bochornoso capítulo del gobierno Harper puede involucrar a las más altas figuras de la política Federal Canadiense.

Cabe recordar que este escandaloso capítulo de Corrupción al estilo Canadiense se empezó a gestar con la nefasta intervención del Ayudante del Primer Ministro, Nigel Wright quien se empeñaba en tapar las embarradas del buen míster Duffy, un experto en pasar reclamaciones indebidas de gastos, primas, bonificaciones y viáticos  durante su tránsito por el Senado.

El Partido Conservador, el primer ministro  y el Señor Duffy quedaron a partir de ese momento íntimamente ligados en el oscuro capitulo denominado DUFFYGATE, que haría las delicias de los amantes del escándalo y la chismografía cortesana que suelen regodearse en los pérfidos detalles de lo inmoral y pecaminoso cuando éstos provienen de los semidioses del Olimpo Gubernamental.

Fue lo mismo que ocurrió a principios de la década de los 60 con la exuberante Christine Keeler, una chica “coli-prontica” quien sostuvo un tórrido affaire con el Ministro de Guerra Británico John Profumo. Recordamos que lo malo del cuento era que la niña Keeler (No tan niña decían algunos) sostenía al mismo tiempo relaciones íntimas con un Oficial Naval Soviético… Y no olvidemos que esto ocurría en plena Guerra Fría.

Pues bien, aquí no hay niñas pronticas, sino políticos avivatos que sostienen una apasionada relación con el dinero. El Juicio al Senador Duffy definitivamente sacará a la luz pública muchas intimidades del juego político en el Parlamento Federal Canadiense y –al mismo tiempo- instigará toda suerte de preguntas acerca del supuesto criterio con el que Primer Ministro Harper se le ocurrió nombrar al Senado no solamente a Mister Duffy sino también a los igualmente Patrick Brazeau y Pamela Wallin hace siete años (personajes que se vieron envueltos en el mismo problema de corrupción, según la prensa canadiense).

Una cosa queda clara: Pase lo que pase con el extravagante Mister Duffy y sus colegas, el candente episodio va a afectar de alguna manera al Partido del primer ministros Stephen Joseph Harper en las próximas elecciones Federales, previstas en principio para el mes de Octubre de este año. Y bien puede ser que el costo político de tener que enfrentar las especulaciones de la prensa, los “expertos”, los politólogos, los metidos y chismosos y la población en general, alcance a debilitar al Partido Azul lo suficientemente como para que pierda su mayoría en el poder…e incluso sostenga mayor daño.

Y aunque Míster Duffy es a la política Canadiense lo que el Señor Santiago Medina fue a la Colombiana durante el gobierno del Botija…perdón, Bojote Samper. Míster Harper se mostró indiferente cuando los reporteros le preguntaron acerca del Juicio durante una conferencia en Vancouver. El Primer Ministro se limitó a decir: “Yo no tenía conocimiento de estas cosas y a mí no me llamaran en calidad de testigo. Le hemos ofrecido a la Corona todas las ayudas posibles en su Juicio contra Mister Duffy y continuaremos ofreciendo toda nuestra cooperación.”

El Primer Ministro siempre ha insistido que él no sabía que Wright le hubiese dado a Duffy un cheque por la suma de noventa mil dólares para cubrir los cuestionados gastos de vivienda del Senador.

Qué parecido con las afirmaciones del entonces presidente Samper en relación con supuestos millones de dólares provenientes del narcotráfico que presuntamente ingresaron a su campaña Presidencial!  Claro, noventa mil míseros dólares no son tan graves como cerca de ocho millones de dólares…y además aquí no hay narcotráfico ni salvajadas de esa naturaleza…el Elefante Canadiense es un elefantico…pero igual los pasos de paquidermo son inconfundibles, y dejan bochornosas manchas en las abullonadas alfombras de los Palacios del Poder.

El Primer Ministro ha seguido insistiendo que los investigadores de la Real Policía Montada han confirmado su ignorancia de los hechos hace meses. Pero el nombre de Míster Harper no tardó en reaparecer durante el enjuiciamiento de Mister Duffy (pronunciado Do Fi). Según del diario Globe and Mail, el abogado de Duffy, Donald Bayne mencionó repetida e insistentemente a Harper durante el primer día del Proceso Judicial. Bayne argumentó que los reembolsos de gastos de viaje que el Senador defiende se relacionaban con asuntos públicos y que el cheque recibido de Nigel Wright, y que eventualmente condujo al cargo de Soborno, es parte de una conspiración de la Oficina del Primer Ministro para obligar al Senador a reembolsar los gastos de viáticos a los que éste pensaba que tenía legítimo derecho.

En fin… en adelante este debate se irá calentando al estilo piedra va, piedra viene.  Frente a los 31 cargos de fraude, abuso de confianza y soborno, Duffy ha respondido diciendo que No es culpable. Pero las cosas que se ventilen durante el Juicio van a salpicar a muchos, incluyendo al Primer Ministro. Y lo malo es que estas salpicaduras le van a manchar el impecable atuendo de campaña con el que aspiraba a presentarse como candidato a una nueva re-elección tras diez años en el poder. Para colmo de males va a tener que ignorar al pequeño paquidermo que se pasea campante por los corredores de la chismografía Canadiense, dejando su redonda y simpática huella en las otrora impecables alfombras del poder…

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here