Kabul, 24 jun (EFE).- La agencia de inteligencia afgana culpó hoy a la red insurgente Haqqani, aliada de los talibanes, de la acción contra el Parlamento que el lunes pasado causó la muerte de dos civiles y siete atacantes en Kabul, dijo a Efe una fuente oficial.
«Nuestra investigación muestra que la red Haqqani estuvo detrás del ataque al Parlamento», informó el portavoz del Directorio Nacional afgano de Seguridad (NDS, en sus siglas en inglés), Abdul Haseeb Sediqi.
El cerebro del ataque fue el mulá Shireen, responsable de las relaciones militares de la red insurgente en la ciudad noroccidental paquistaní de Peshawar, donde también reside un oficial del Ejército de ese país que, según Sediqi, dirigió la operación y al que identificó como Bilal.
El portavoz del NDS explicó que el atentado, cuya autoría fue reclamada por los talibanes, fue un «plan de alto nivel» con un coste de unos 73.700 dólares y que sus organizadores contaban con bocetos y mapas del Parlamento realizados con el programa informático de diseño en 2D y 3D AutoCAD.
La agencia de inteligencia se encontraba sobre aviso de que se estaba preparando un ataque y ya había tomado medidas preventivas, aunque desconocía la fecha en que tendría lugar, añadió.
Un atacante suicida explotó el lunes las bombas que portaba en la entrada del Parlamento afgano y otros seis trataron de acceder al interior del recinto, pero fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.
Los siete insurgentes y dos civiles perecieron en la acción, mientras que otras 31 personas resultaron heridas.
Esta es la tercera vez que la red Haqqani trata de atacar el edificio en tres meses, según Sediqi, quien aseguró que los dos intentos anteriores fueron frenados por las fuerzas de seguridad.
La facción Haqqani -adscrita a los talibanes afganos, pero con cierta autonomía- controla amplias zonas del sureste de Afganistán mediante una estrategia de vasallaje tribal e ideológico, aunque algunos analistas creen que sus principales dirigentes tienen sus bases en las áreas tribales paquistaníes.
Estados Unidos incluyó en 2012 en su lista negra de organizaciones terroristas a este grupo, responsable de algunos de los ataques más mortíferos contra las tropas aliadas en Afganistán y al que el NDS acusa de un atentado que en noviembre causó 60 muertos durante un partido de voleibol.
